¿Alguna vez os habéis parado a pensar como de bien adaptadas están les películas que vemos de sus respectivos libros? Muchas veces, sin darnos cuenta, elogiamos películas que a nuestro parecer son buenas y resulta que están muy mal adaptadas de sus libros, y por otro lado, a veces películas que no parecen horripilantes, resultan ser obras fieles a sus autores.
Las películas son una buena vía para dar a conocer historias e aventuras, para publicitar ciertos libros, o hasta para dar enseñanzas y moralejas. Hoy, en pleno s.XXI, tenemos que tener claro que los libros están perdiendo terreno en contra del séptimo arte, cuya relevancia tanto económica como cultural ha crecido de manera exponencial estos últimos años. En parte, este cambio ha estado fomentado por las mejoras de los efectos especiales y las pocas ganas de leer que están tomando las nuevas generaciones, quiénes van de pantalla en pantalla.
Aun y así, muchas veces, cuando vemos una película basada en un libro, resulta frustrante la sensación con la que se sale del cine al darse cuenta que la película ha sido todo un fracaso y que cualquier parecido con el libro es pura coincidencia. Un claro ejemplo de esto es el libro "Eragon" y su adaptación al cine, que si bien fue bien recibida por los espectadores que no habían leído el libro original, para los lectores fieles a Cristopher Paolini fue un fracaso absoluto y hasta un insulto a la novela. Las pruebas son el hecho que, de una saga de cuatro películas que se tenían planeadas hacer, tan solo la primera ha visto la luz.
Así pues, vemos como actualmente, el mundo del cine cobra una gran independencia y como, la gran mayoría de las películas basadas en libros no tienen nada que hacer contra los originales. Por eso, yo continuo recomendando el hecho de leer un buen libro, porque aunque se le dedique muchas más horas que el simple hecho de ver una película, el resultado casi siempre sera mucho mejor!
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